jueves, 24 de julio de 2014

LEAN POR FAVOR , TODOS AQUELLOS QUE TIENEN DUDAS , SOBRE EL NO PAGO DE LOS IMPUESTOS , QUE QUEDE CLARO QUE NO ESTAMOS HACIENDO NADA ILEGAL.



La Declaración Universal de Derechos Humanos (de la cual nuestro país es signatario y tiene categoría de norma constitucional) ante la gravísima e inédita situación que está viviendo nuestro país, resulta más que suficiente para justificar, explicar y predecir un Estado de Desobediencia Civil no solo como resistencia a los abusos del gobierno sino en repudio a la corrupción y la impunidad que se ha apoderado de nuestras instituciones. 
El pueblo es el soberano, cualquier autoridad que actúe en contra del pueblo es ilegítima.
                                                                                                      
No existe delito en la desobediencia civil y fiscal ya que no es tal en el caso que nos compete. No pagar los impuestos ni las tarifas sin causa, injustas, confiscatorias e irrazonables sí sería un delito.
                                                                                       
En efecto, según el artículo 209 del Código Penal, se pretende imponer prisión de dos a seis años a: El que públicamente instigare a cometer un delito determinado contra una persona o institución.

Las leyes penales tributarias no castigan al que debe impuestos y no los paga; es preciso que la evasión se produzca mediante conductas fraudulentas, ardides o engaños (Ley N´ 24.769, artículos: 1, 2, 3, 4, 5, 7, 8, 10, 11, 12 y cc.). Para que el no pago sea delito fiscal, debe tratarse de dinero indebidamente embolsado como propio por el agente de retención (Art. 6) o retenido a los dependientes en concepto de aportes para la seguridad social (Art. 9) o como en nuestro caso, por estos días, gigantes desvíos de fondos públicos para epicúreos hedonismos de mucho funcionario ante una exacerbante prudencia (¿o complicidad e impotencia?) judicial.

El fin y el límite del Estado es el bien común, un bien común incompatible con esa corrupción que ha parido de la nada, obscenos enriquecimientos ilícitos con simultáneos empobrecimientos pavorosos de -poco menos- un tercio de los argentinos y escandalosas desigualdades consecuentes; un bien común propio de un humanizado contrato social, de un contrato social no leonino e insoportable, enrevesado  en el ámbito del cual alguien ¿escondió? fortunas recaudadas por ingresos públicos con afectación legal específica para ser destinados a inversiones, modernizaciones y expansiones de los sistemas e infraestructuras de salud, de educación, de seguridad, de energía, de servicios sanitarios, de transportes, de jubilación, y varios etcéteras. (Esto es un extracto de un artículo del 10 de enero de este año del CRONISTA COMERCIAL).
Saul Cymbalista

miércoles, 23 de julio de 2014

SE ESTA COMETIENDO UN CRIMEN CONTRA LOS JUBILADOS, ESTA INDIFERENCIA, INMORAL Y HASTA ASESINA, ALGUIEN SE DEBERÁ HACER CARGO



Referente a los jubilados se debe crear en "carácter de urgente" una ley para extender el cobro de haberes determinado en el fallo Badaro y estaría bueno que los partidos politicos se expresen sobre el tema.

Se debe lograr que, sin necesidad de ir a juicio, se les pague a todos los jubilados lo que fijó la Corte Suprema. que permita a que un jubilado aun aquel que no aporto, que su sueldo mínimo no sea inferior a los $ 9000.- porque recursos existen, pero el problema es que se usan para el financiamiento de las campañas politicas, subsidios, y gastos que no son declarados en forma transparente

Es muy importante que “se deba avanzar en ese derecho sin la necesidad de ir a juicio” porque “es una inmoralidad someterlos a eso cuando la Justicia ya les dijo que tienen razón”, y el gobierno, no respetando a la justicia ni a la constitución se niega a pagar lo que les corresponde a los jubilados, que miles de ellos murieron y van a morir sin que se los escuche, eso ya deja de ser una inmoralidad, para pasar a ser un Crimen Psicológico, que se esta utilizando contra los jubilados., y que alguien debe tomar medidas para que los responsables de este crimen y esta angustia que pasan los jubilados pague ese delito, que se los puede considerar tambien de lesa humanidad.

martes, 22 de julio de 2014

“Fuimos argentinos por 30 días”



Pasó el Mundial y pasó la fiebre nacionalista que parecía respirarse en las calles, en cada esquina, en cada taxi, remise e incluso en muchos autos particulares había una Bandera argentina.

Podía ser c hica, mediana o grande, pero ahí estaban los colores del país. En estos 30 días no había diferencias políticas, ni raciales, ni de ningún tipo: la gente se ayudaba, se reunía, hasta se juntaban “amigos de amigos de amigos” para ver los partidos. En esos días no existieron partidos políticos ni divisiones de ningún tipo, quizá una que otra chicaneada o broma entre amigos.

Fuimos dejando rivales en el camino y llegamos a la final. ¡Qué alegría ver a todos los argentinos unidos y haciendo fuerza para una misma cosa! Más de uno habrá pensado, incluso, que esto no sería sólo por el Mundial, sino que duraría aunque sea al menos un mes más. Hasta yo logré creérmelo. Sin embargo, como dice un viejo refrán: “No todo lo que brilla es oro”.

Perdimos la final, se acabó el Mundial y se perdió esa unidad que se construyó casi “mágicamente” en estos 30 días de emociones tan intensas.

Ya todos lo sabemos: sólo una hora después de haber terminado el partido apareció nuevamente en escena esa “otra argentinidad”, esa “viveza criolla” que, lamentablemente, está d emasiado latente en el pueblo argentino.

Apenas una hora después de haber terminado el Mundial irrumpieron estos grupos de inadaptados, los llamo así sólo para usar palabras razonables, dispuestos a destrozar las principales ciudades donde se había reunido la gente para vivir con orgullo el digno final argentino en la fiesta mundialista.

En Buenos Aires hubo tres horas de anarquía total, donde hasta incluso se vieron intentos de saqueos, locales comerciales destrozados y hasta bares donde no quedó nada, sobre todo las bebidas alcohólicas. En Córdoba hubo alguno que otro intento de ciertos desaforados que quisieron arruinar el momento tirando piedras o intentando robar. Por suerte, fueron detenidos rápidamente. Y así en otras ciudades y pueblos del país. A las 48 horas de haber terminado esta fiesta mundialista, uno camina por el Centro y pasa por los mismos edificios donde antes había banderas colgadas y se encuentra con que ya las quitaron de allí.
Mirás para la calle y un auto de cada cien aún tiene la Bandera flameando en la antena.

¡Qué lástima que esta unidad haya durado sólo lo que dura un torneo de fútbo l! ¡Qué lástima que este énfasis que se le pone a un partido de fútbol no se le pone a la intención de cada uno de querer cambiar un poquito para mejorar el país!

¡Qué lástima que no se ponga este mismo interés de querer estar informado de lo que le sucedía a la Selección, no se ponga a la hora de elegir un candidato en las elecciones ...¡Qué lástima que muchos hayan sido argentinos sólo por 30 días!

Nahuel Sotelo Larcher dharius1980@gmail.com
                                                                                                                               

lunes, 21 de julio de 2014

Error y soberbia en el caso Campagnoli



El caso del juicio al fiscal José María Campagnoli es una perfecta metáfora del modo de hacer política en la Argentina. Retroceder ante el error es un síntoma de debilidad.



Defender la equivocación sin ponerse colorados es una forma de afianzar el accionar propio. 
Esos parecen ser los dos lemas que impulsan a los que detentan el poder. La obcecación, casi saña, con la que la jefe de todos los fiscales de la Nación Alejandra Gils Carbó persiguió a este procurador entrampó al gobierno que ella representa (porque que quede claro: la procuradora representa al kirchnerismo y no a la sociedad toda como debería ser en semejante cargo) y lo obligó a empantanarse en la pifia de continuar el jury de enjuiciamiento antes que reconocer que no había motivos para proseguir.

Esta semana, luego de una caricaturesca licencia por "stress" de la representante de los defensores oficiales, los integrantes del jurado de acusación repusieron a Campagnoli en su oficina pero prometieron seguir con la investigación por "exceso de su accionar" que se le imputa a la hora de saber si Lázaro Báez fugó dinero en su nombre o por cuenta y orden del poder.

Esto es apenas un taparrabos jurídico para que se deje transcurrir el tiempo hasta que a fines de octubre, cuando venza el plazo máximo estipulado para el enjuiciamiento y gracias al efecto narcotizante de la realidad argentina que hace que el escándalo de hoy se olvide con lo nuevo de mañana, se archive la causa. Entonces, el fiscal no habrá sido absuelto pero tampoco condenado. No habrá, en apariencia y en la conciencia de los que detentan el poder, ni vencedores ni vencidos.

¿No sería más fácil reconocer el error de haber impulsado este jury? ¿No paga en la política vernácula reconocer un traspié? Evidentemente no.

Y no se habla sólo de esta actividad a nivel nacional o apenas en este caso. Si no, ya se deberían haber escuchado los pedidos de disculpas al entonces Procurador Esteban Righi que fue acusado en cadena nacional por el vicepresidente de la Nación de ofenderlo al permitir que se investigara la causa Ciccone. Hoy, Amado Boudou está procesado y Righi echado por la puerta de atrás de la casa del poder. Nadie, que se sepa, ha abierto la boca hasta ahora.

Es también cierto que este nivel de negación de algunos sectores se complementa con una impactante oferta de frivolidad o superficialidad de los que deberían mostrar una alternativa de poder. A los inentendibles lugares comunes de la mayoría de los opositores en cuestiones de deuda externa, de inseguridad o de propuestas en materia inflacionaria se le suman propuestas de las "nuevas fuerzas" que, cuanto menos, sorprenden.

La Cámara de Diputados, que pasará más de un mes sin actividad por el receso invernal, recibió, por sólo mencionar un ejemplo pintoresco, un proyecto de la diputada María Azucena Ecohosor del Frente Renovador para premiar a los matrimonios que superen los 25 o 50 años con una suma de dinero pagada por el Estado.

Esta señora representante del pueblo propone motorizar en el mismo Congreso que evita mirar el impuesto a las Ganancias, la unificación del derecho privado o el debate de la imputabilidad penal, una ley (sí: una ley) para que de las arcas fornidas por los impuestos pagados por cada uno de nosotros salgan hasta mil doscientos pesos a efectos de homenajear públicamente un acto tan privado como decir "sí, quiero" por más de 5 o 10 lustros. Es tan creativo y renovador el concepto que este cronista no encuentra adjetivo para calificarlo.

Por fin, el viernes se cumplieron los 20 años desde el atentado más atroz que sufriera el país cuando voló la sede mutual de la AMIA en Capital Federal.

La conmemoración se siguió realizando con la misma impunidad judicial e idéntica desesperanza para que el Estado de Irán colabore en su esclarecimiento. Allí brilló otro error defendido a capa y espada. El memorándum de entendimiento impulsado con el brío que sí tiene el gobierno nacional cuando se empaca en algunos temas no sólo fue burlado por el gobierno iraní sino declarado inconstitucional por la justicia argentina. Error que no mereció ni enmienda ni pedido disculpas, por supuesto.

Este año, la presidente de la Nación pidió que le ofrecieran otra alternativa y no sólo críticas. La opción está y ahora le toca mover al kirchnerismo. Desde algunas entidades judías se propone reglamentar el juicio en ausencia que permita llegar a la condena aun cuando el imputado no se encuentre a derecho en el tribunal que lo juzgue. La Argentina propició que el criminal nazi Eric Priekbe fuese extraditado luego de un proceso similar en Europa y apoyó que Francia sancionara en ausencia a Alfredo Astíz por las violaciones a los derechos humanos imprescriptibles.

Ambas decisiones fueron justas y plausibles. ¿Por qué no entonces promover una ley que haga analogía en el caso Amia? El tecnicismo de la irretroactividad de la ley penal está salvado por los antecedentes de la anulación de punto final y obediencia debida en los fundamentos serios de este proyecto que no admiten ser reproducidos en esta escasa crónica. Se puede, es legal y sólo necesita voluntad política.

Habrá que ver si en este caso prima el deseo real de cambiar las cosas o volverá a aplicarse el apotegma de que un error jamás debe ser asumido y mucho menos corregido. Eso, hasta ahora, es un signo de debilidad en la política nacional. Y pesa menos que el cargo de conciencia propio de cualquier ser humano.


Por Luis Novaresio 
Fuente: La Capital (Rosario)


domingo, 20 de julio de 2014

DIA DEL AMIGO/A

FELIZ DIA DEL AMIGO A TODOS UDS. AMIGOS  Y AMIGAS QUE SIEMPRE ME ACOMPAÑAN DÍA A DÍA, GRACIAS POR ESTAR!!